Porque traer vinos franceses a España: diversidad, curiosidad y cultura del vino
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🍷 ¿Por qué querer vender vinos franceses en España? 🍷
A primera vista, puede parecer curioso: ¿por qué importar vinos franceses a un país que produce algunos de los mejores vinos del mundo?
Sin embargo, en Altervino, creemos que esta pregunta es precisamente el punto de partida de una reflexión más amplia sobre la curiosidad, la diversidad y la cultura del vino.
1️. Porque el vino no tiene fronteras.
Tanto JP como yo hemos vivido y trabajado en distintos países del mundo del vino: Francia, Inglaterra, Mexico, España, Dubai… Esa experiencia nos enseñó algo fundamental: el vino no entiende de fronteras.
Mi primera experiencia laboral fue en México 2007. 4 años difundiendo la cultura del vino en un país donde esa bebida no era de las mas usadas. Que disfrute fue de poder promocionar tanto Malbec argentinos como Carmenere Chilenos pasando por Zinfandel americano, y sin olvidar los clásicos españoles y franceses. Y que suerte para mi y sobre todo para el consumidor en general poder descubrir tantos horizontes diferentes! Sin duda alguna, esa apertura cultura al mundo del vino enriqueció el mercado mexicano, tanto del lado de la producción del vino nacional como del lado consumidor.
Detrás de cada botella y cada bodega, hay una historia, un paisaje, un acento y una forma de ver la vida. Y cuando el vino es auténtico, honesto y bien hecho, su lenguaje es universal.
En ese sentido, traer vinos franceses a España no es un acto de competencia, sino de curiosidad y de apertura: ofrecer a los amantes del vino nuevas voces, nuevos acentos dentro de un mismo idioma.
2️. Porque la oferta actual es limitada.
En España, el vino francés que llega al consumidor suele ser una selección muy reducida: grandes marcas, etiquetas históricas o nombres ya establecidos.
Pero Francia es mucho más que Burdeos y Borgoña.
Detrás de esas regiones icónicas existen cientos de pequeños productores, viñadores auténticos, que elaboran vinos con identidad, sensibilidad y un profundo respeto por su tierra.
Esa riqueza rara vez llega a las estanterías o a las cartas de vino aquí.
Y ahí es donde entra Altervino: dar visibilidad a lo que normalmente no se ve, abrir una ventana a esa diversidad real.
3️. Porque queremos romper los prejuicios.
Existe una idea extendida —y equivocada— de que los vinos franceses son “caros” o “inaccesibles”. En realidad, eso es solo el reflejo de lo que el mercado ha decidido mostrar. El conocimiento del vino no se construye únicamente a partir de lo que se produce, sino sobre todo a partir de lo que se ofrece.
Si en un país solo se importan referencias de lujo, es lógico que el público piense que todo es caro.
Nuestra misión es demostrar lo contrario: que hay vinos franceses honestos, frescos, expresivos y asequibles, capaces de emocionar sin necesidad de etiquetas prestigiosas ni precios desorbitados.
4️. Porque creemos en el intercambio, no en la competencia.
España y Francia son dos grandes culturas vinícolas que se enriquecen mutuamente. Traer vinos franceses a España no es competir con el vino español, sino enriquecer la experiencia del consumidor.
Probar un Chenin del Loira puede ayudarte a redescubrir un Xarel·lo catalán; degustar un Syrah del Ródano puede hacerte apreciar de otro modo un Monastrell del Levante.
El vino se entiende mejor cuando se compara, se comparte y se conversa.
🍇 En resumen.
Vender vinos franceses en España es, para nosotros, una forma de abrir horizontes.
De invitar a mirar el vino con curiosidad, sin prejuicios ni banderas.
De recordar que el vino, en su esencia más pura, es cultura, diálogo y placer compartido.
¡¡Viva el Vino!!
Maxime Bazart.